Comentario
La que en Rusia se denominó "La era de los saludos a la victoria" se abrió el 5 de agosto de 1943, después de la proclamación especial de Stalin, que anunciaba la liberación de Orel y Belgorod. La profunda voz del locutor de radio pronuncio por primera vez frases destinadas a convertirse durante los dos años sucesivos en una "músicas familiar": "Orden del comandante en jefe supremo Popov al coronel general Koniev... Hoy, 5 de agosto, las tropas supremas al frente de Briansk, en colaboración con las tropas de los frentes occidental y central, han conquistado, después de mantener una dura batalla, la ciudad de Orel. También hoy las tropas de los frentes de la Estepa y de Voronez han roto la resistencia enemiga conquistando la ciudad de Belgorod". Después de dar los nombres de las unidades que entraron en primer lugar en las dos ciudades, y después de anunciar que desde este momento se denominarían "regimiento de Orel" y "regimiento de Belgorod", por primera vez se radió un mensaje de este tipo: "Esta noche, a las 24 horas del día 5 de agosto, la capital de nuestra Patria, Moscú, saludará a las valerosas tropas que han liberado Orel y Belgorod con doce salvas de artillería disparadas por 120 cañones. Mi más sincero agradecimiento a las tropas que han tomado parte en la ofensiva... Gloria eterna a los héroes que cayeron en la lucha por la libertad de nuestra Patria. ¡Muerte a los invasores alemanes!
El comandante en jefe supremo, mariscal de la Unión Soviética, Stalin".
Con pequeñísimas variaciones, ésta fue la fórmula destinada a convertirse en el texto consagrado que Rusia escuchó por la radio más de trescientas veces antes de la victoria final sobre Alemania y sobre Japón.